Desembocadura del Guadalhorce
15 y 24 de Julio, 2013
Queridos lectores!
Apenas hoy encuentro el momento de mostraros unas tomas que hice durante nuestras dos últimas visitas al Guadalhorce.
Ya se deja sentir la migración porque decenas de abejarucos llenan el aire con sus peculiares cantos. De sus rapidísimos vuelos de caza no pude hacer ni una sola foto y para estos dos andarrios bastardos se necesita una lupa! 
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También dos correlimos comunes y un correlimos zarapitin habían encontrado el camino desde el norte de Europa hasta la desembocadura del Guadalhorce:
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Un andarrios chico aterriza brevemente cerca del observatorio, pero inmediatamente los ...
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... siempre vigilantes papas cigüeñuelas lo echan de allí:
Sus pollos ya están muy grandes y ...
... disfrutan juntos todas las experiencias y ...
... sus últimos días de niñez:
Hasta ahora los chorlitejos chicos habían intentado infructuosamente de anidar, debido a que las cigüeñuelas no los toleraban allí. Pero el amor ...
... no vence siempre, pero a veces sí! 
Pudimos ver un huevo.
Las vecinas cigüeñuelas están muy mosqueadas y los augustos padres enseñen a su prole como echar de su territorio a unos chorlitejos. Los pollos de las cigüeñuelas echan pico a la obra, pero han de aprender que los chorlitejos son muy, pero que muy astutos. Papa chorlitejo se hace el herido de muerte para acto seguida volar y picotear a las jóvenes y atrevidas cigüeñuelas en sus patas. Jiji, estás ni sabían lo que les estaba pasando y se largaron tan rápidamente como habían venido y los chorlitejos chicos se volvieron a ocupar de su nido.
Ni este joven flamenco ...
... ni la gaviota cabecinegra ...
... y mucho menos las gaviotas de Audouin estaban interesados en estas peleas de sus vecinos:
Y el zorro estaba demasiado lejos y no representaba peligro para la valiente parejita de chorlitejos chicos. Menos mal!
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Saludos cordiales
Birgit Kremer